Historia

Desde 1999

La transformación de Cal Ros

Durante la década de los 90 empezó una revolución del vino en el Priorat. La familia de Gerard, fundador del proyecto, había estado ligada a la viticultura de la región durante muchas generaciones, pero el arte de elaborar vino se fue perdiendo y la uva se vendía a la cooperativa local.

Para aprovechar el potencial de los viñedos familiares, en 1999 decidimos transformar el sótano de la casa histórica de Porrera, Cal Ros, en una moderna bodega: donde antes había establos y pequeñas cámaras para almacenar vino, construimos una bodega y una sala de crianza con capacidad para 25.000 botellas.

Los viñedos: La Garranxa, Els Carners y Tros Nou

Gerard Batllevell Simó, junto con el apoyo de su padre, los consejos de su tío Josep, el enólogo Josep Àngel Mestres y su amigo Toni Pena, gran apasionado del mundo del vino, empezó este proyecto en 1999. La primera cosecha fue un experimento donde observamos qué se podía conseguir trabajando con los antiguos viñedos.

Entre 1999 y 2001 se plantaron 15.000 nuevas cepas en terrazas de nuestra finca La Garranxa, un lugar remoto y agreste situado por encima del pueblo de Porrera, a 600 metros de altitud y con orientación noreste. Con el fruto de estos viñedos, desde 2004 elaboramos el Sentius.

En los últimos años también hemos seleccionado cuidadosamente las uvas de un solo viñedo de garnachas y cariñenas centenarias, de la finca Els Carners, para producir una o dos barricas del Les Eres especial dels Carners.

Filosofía i compromiso

“Nuestra filosofía es simple: constancia, pasión y calidad. Elaboramos para conseguir vinos de territorio, que reflejen su origen y tengan su propia personalidad. Estamos comprometidos en cada fase del proceso de elaboración del producto: desde la poda y el tratamiento de la viña, pasando por la vendimia, la elaboración, la crianza, el embotellado, el etiquetado y hasta la venta.”

– Gerard Batllevell Simó